Aunque lo elaboramos desde siempre, fue en el año 2010 cuando inauguramos nuestra carrera heladera en toda regla. Hacer helado de forma artesanal con su base de crema y su base de frutas siempre ha sido una de nuestras prioridades. La otra y por supuesto indiscutible es la calidad de las materias primas y del proceso de elaboración.
Por esta razón, partiendo de la antigua fórmula de Manuel Martín y tras horas de estudio, de formulación y de un curso con la gran Marina Fiorillo llegamos al nuevo helado que ahora ofrecemos: un producto de alta calidad acorde a los gustos contemporáneos, totalmente natural y con muchos ingredientes elaborados en nuestro propio obrador de pastelería como por ejemplo las pastas puras de frutos secos.
Entre los sabores más destacables está el chocolate, la avellana, la straciatella, el mango, la mora, la pera y para los más atrevidos el amaretto.
Muy a tener en cuenta es que excepto el New York Cheesecake y el Cookies los 34 sabores restantes son aptos para celíacos y que los 10 sabores de fruta también son aptos para intolerantes a los productos lácteos y al huevo.
Desde el principio le hemos dado mucha importancia a una materia prima esencial: el Chocolate.
Además de utilizarla en pasteles, tartas y bollerías siempre hemos elaborado productos de bombonería como son las Trufas de infinidad de sabores y las tabletas de chocolate con frutos secos.
Hoy seguimos ampliando nuestra oferta en chocolate viendo en él un producto lleno de placer, belleza y arte y es por ello que hemos entrado en el Cercle V de partenariado de la firma francesa Valrhona, máximo exponente mundial de calidad en chocolates elegida por pastelerías tan prestigiosa como Fauchon en Paris.
RocasChocolate y crujiente pastel_manzanaTrufasRecubiertas de chocolate y cacao
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El primer establecimiento abrió sus puertas en 1972 en el pueblo de Oiartzun. Manuel Martín, tras haber trabajado en diferentes pastelerías afamadas de Donostia y habiendo sido encargado durante varios años de la hoy desaparecida Dover, se lanzó a la aventura en solitario.
Pasaron los años y llegamos a la capital guipuzcoana en 1987 con nuestra oferta de pastelería fina al más puro estilo francés: bollería, Croissant y hojaldres, bizcochos, cremas y rellenos, pastas de mantequilla... Siempre vigilando la calidad de las materias primas y del saber hacer porque es lo que nos hace ser diferentes.
Hoy en día seguimos trabajando de la misa manera que el primer día manteniendo los grandes clásicos de la pastelería y renovándonos con creaciones propias de gran aceptación cómo por ejemplo el Pastel Oiartzun.
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